La Iglesia Adventista y ADRA creen que todos los niños, en todas partes, tienen derecho a la educación. Lamentablemente, actualmente se niega este derecho a 262 millones de niños en todo el mundo. Firme la petición para unirse a un movimiento global liderado por adventistas para que todos los niños puedan ir a la escuela, completar su educación y tener un futuro mejor.
Un niño que no asiste a la escuela es más vulnerable a los traficantes de personas y al reclutamiento por parte de las milicias, y corre un mayor riesgo de matrimonio precoz, embarazo precoz y trabajo infantil.
El llamado a que todos los niños, en todas partes, vayan a la escuela es un reconocimiento del valor y el potencial de cada niño. Todos los niños son hijos de Dios, preciosos a sus ojos, y merecen poder vivir una vida digna y con propósito, libres de la explotación y las cadenas de la pobreza.
El poder de nutrir a cada niño es profundo. Si todas las niñas terminaran la escuela secundaria, habría un 49 % menos de muertes infantiles, un 64 % menos de matrimonios precoces y un 59 % menos de embarazos precoces, y ganarían hasta un 45 % más que una mujer sin educación. Armados con una conciencia de la importancia de la educación y los medios para mantener a los propios hijos a través de la escolarización, el ciclo de la pobreza podría romperse y todas las generaciones futuras podrían beneficiarse de esta educación proporcionada por una sola hija.